Orange, es una ciudad de la Provenza francesa al norte de Avignon.
En una región en la que en muchísimas ciudades y pueblos se pueden encontrar y visitar edificios y restos históricos desde la época de los romanos hasta la edad media y el renacimiento, Orange merece una visita especial por su teatro romano que surge en el centro de la ciudad como un gigante inmortal, algo que me impresionó tanto que no podía dejar de compartirlo.
Si vas caminando por las calles del centro antiguo de la cuidad con sus tiendas, sus cafeterías y restaurantes, parece una ciudad turística más de la región. Pero al doblar una esquina te encuentras de frente con los muros de un edificio de piedra marrón que denotan a simple vista una antigüedad y sin embargo una vitalidad que deslumbran. se trata del Teatro Romano de Orange
Solo ver ese gran muro por fuera impresiona y ya dan ganas de entrar y descubrir lo que esconde el interior y el secreto de su longevidad. Este teatro es uno de los pocos teatros romanos del mudo que conservan casi intactos la pared completa del escenario con todas sus interioridades, camerinos, candilejas y demás. Lo que hoy llamaríamos el "back stage" completo.
Ascender y pasear por sus gradas, meterse por los pasillos y pasadizos interiores y sobre todo admirar desde las gradas toda la pared frontal del escenario con sus columnas, adornos de estatuas, accesos laterales para entrada y salida de los actores te traslada en el tiempo facilita la imaginación de representaciones dramáticas y actuaciones fantásticas de tiempos remotos.
Si además tienes la suerte, como la tuve yo, de que la visita coincida con conciertos, o simplemente con ensayos de una representación de una opera en la que puedes escuchar de fragmentos de Verdi entonces ya el sentimiento es máximo.
Os acordáis en la película de Pretty Woman cuando va ella a la opera lo que dijo?????????? , pues no le faltaba razón
cuidaban todos los detalles
Además del entorno visual, la acústica del teatro es realmente impresionante. Desde lo más alto de la grada puedes escuchar la voz del cantante sin micrófono como si estuvieses a su lado. Te pone la piel de gallina.
Simplemente, merece la pena. Os impresionará.
FELIZ DÍA
pi&rou